NO SEAS UNA VÍCTIMA. ¡PROTÉGETE A TI MISMO!
Todos y cada uno de nosotros debemos adoptar una actitud de tolerancia cero frente a este fraude.
Las siguientes son algunas de las medidas que se pueden tomar:
Usted tiene el poder de ayudar. Infórmese y si es empresario, eduque a sus empleados sobre cómo detectar el fraude de seguros para evitarlo. Las siguientes son algunas de las cosas que hay que tener en cuenta:
Tenga cuidado con los abogados o las personas que llaman por teléfono y que dicen ser representantes del seguro y solicitan inmediatamente su tratamiento en un centro médico tras un accidente.
Compruebe las credenciales del médico y del abogado. Antes de buscar tratamiento médico o asesoramiento legal, póngase en contacto con el consejo de medicina del Estado de Nueva York para obtener información sobre los médicos o con el Colegio de Abogados del Estado de Nueva York para obtener información sobre los abogados.
Desconfíe de las referencias. Los abogados involucrados en operaciones médicas a menudo insistirán en que la víctima de un accidente busque tratamiento médico de un médico específico.
No se deje convencer por una lesión. Tenga cuidado si el médico le prescribe un tratamiento excesivo por lesiones menores. Busque una segunda opinión médica cuando, por ejemplo, su médico le recomiende análisis, radiografías y medicamentos para su “fuerte dolor de espalda” cuando en realidad no siente ningún dolor de espalda.
Hable con su compañía de seguros. Mantenga registros de sus visitas al consultorio y tratamientos y proporciónelos a su representante de reclamos, quien puede compararlos con las facturas médicas, descubrir cualquier discrepancia y evitar pagos innecesarios a proveedores médicos deshonestos.
Lo más importante de todo es no incurrir en un fraude de seguros y que, si se lo percibe, que lo denuncie.
Y por último, haga llegar nuestra información a todos sus conocidos.
Vivimos en una sociedad que no tolera el robo. El fraude de seguros no es diferente. La delincuencia perjudica a nuestras familias, amigos, vecinos y empresas aquí en Nueva York y en todo el país. ¡No se debe aguantar más! Es hora de luchar. Juntos, podemos marcar la diferencia.
